Pánico y prevención contra el delito

La temperatura ambiente sube y las bocas se calientan cada vez que entra en escena la candidata Ana Botella. Jiménez repite una y otra vez que ella, la esposa de Aznar, marca la diferencia entre los servicios sociales de carácter público y la beneficencia. Botella se llevó al hotel Ritz a la flor y nata de su partido, incluido el presidente de España, y les expuso su programa social, que incluye proyectos como "las familias canguro" o ideas a desarrollar como la "solidaridad vecinal" para ayudar voluntariamente los unos a los otros más necesitados.
Gallardón, muy atento a todo lo que leía la oradora y a lo que le decía el marido de la candidata, decidió dejar los despachos y los actos cerrados y se fue a tomar el aire por la barriada de Lavapiés. Paseó y miró, se fijó en todo. Antes de ese viaje interior, sentó a los altos cargos que le han acompañado durante sus ocho años al frente de la presidencia de la Comunidad de Madrid y les relató lo bien que lo ha hecho. No le faltó más que besarse.
Ese mismo día, Zapatero, Rafa y Trini anunciaron sus medidas contra la inseguridad ciudadana, muy parecidas a las del PP, sobre todo en lo relativo a las soluciones. Ambas formaciones proponen más policías, más comisarías, más grilletes, más pistolas, más porras, es decir, abundancia de material bélico. De propuestas para prevenir el delito y proteger a las víctimas, algún que otro párrafo al final del número de "maderos nacionales" o "pitufos locales" nuevos que piensan poner en la calle.
Entre el pánico que siente Gallardón ante la llegada del PSOE o el que siente Jiménez por el hecho de que el PP continúe, ¿alguien se ha interesado por el pánico de muchos ciudadanos de bien, tolerantes y demócratas, temerosos de que tanta seguridad recorte la libertad ciudadana? Más vale prevenir que curar, incluso en temas de delincuencia.